El 6 de Febrero de 2013, la asociación Albatera No al
Vertedero se organiza.
A lo largo de la reunión asamblearia convocada a las 8 de la
tarde en el salón de la villa de Albatera “Reina Sofía”, se tratan diferentes
temas, entre ellos y siendo éste el que nos ocupa, se habla clara y
abiertamente de las desconfianzas y suspicacias internas, surgidas entre
miembros del movimiento ciudadano, cuyo temor es que el movimiento termine siendo
politizado y utilizado de forma partidista, por parte de algunos miembros
afines a los diferentes partidos políticos que representan el mapa político
local.
La solución para evitar esta situación, llegaría de la mano
de uno de los asamblearios, al hacer la propuesta y ser ésta sometida a
votación por parte de los asistentes a la asamblea, aprobándose por la mayoría
de los mismos y a la vez siendo ésta incluida dentro de los reglamentos
internos de funcionamiento de la asociación, que dice lo siguiente:
Cualquier miembro que pertenezca a la junta gestora de la
asociación, representante, cabeza visible de la misma, que ejerza algún tipo de
representación o imagen identificativa de la misma, esté o no directamente
inscrita como tal en estatutos o actas internas, REALIZA COMPROMISO MORAL Y DE INTENCIONES, DE QUE NO FIGURARA EN LISTAS
ELECTORALES DE NINGÚN PARTIDO POLÍTICO EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES, QUEDANDO EN
ENTREDICHO SU PALABRA EN CASO DE INCUMPLIMIENTO.
Esto no quiere decir, que no se pueda recibir la ayuda
puntual de partidos políticos o sus miembros, pero estos nunca podrán tener voz
ni voto en las decisiones que sean tomadas.
Pudiera ser incomprensible por parte de algún lector este
tipo de acciones dentro de un movimiento ciudadano, pero es significativo, el
hecho de que a partir de ese momento y después de varias asambleas improductivas
en las que la desconfianza y el desacuerdo eran la tónica habitual, por fin
pudo quedar constituida la junta gestora, la cual, es conocida actualmente a
causa de las diversas intervenciones públicas de los mismos, en medios de
comunicación, charlas informativas, reuniones con alcaldes, etc.
Tras esto quedaría claro que, si cualquiera de ellos se
saltara este compromiso personal, el cual hay que reconocer que no tiene
validez legal, al ser de por si inconstitucional, quedaría claramente expuesto
a la crítica y la desconfianza por parte de los ciudadanos, al quedar en
entredicho su palabra.
Hay que recalcar, que en parte gracias a esta medida, hoy
día podemos presumir de ser una asociación ciudadana totalmente despolitizada y
a la cual no controla ningún partido político.
Nuestro único objetivo, es luchar contra este proyecto que
pretende ser llevado a cabo por encima de la salud y el futuro de miles de personas.
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