jueves, 11 de abril de 2013

EXPLICACIONES DE LOS EXPERTOS EN EL COCÓN 17-02-2013


Se pudo ver sobre el terreno, unas 200 personas se dieron cita en el paraje del Cocón, siendo grande la sorpresa de alguna de ellas, cuando los técnicos conocedores del proyecto, explicaron a los asistentes el cómo y el donde quedarían situadas las instalaciones en cuestión.



Al pie de la sierra de Albatera, perteneciente esta al LIC (Lugar de Interés Comunitario) de la sierra de Crevillent, por la que discurre una ZEPA (zona de especial protección de aves), con especies como el Águila real, el Águila perdicera, el Búho real y el Camachuelo trompetero (este en grave peligro de extinción), censadas en esta zona.


 
Junto a una micro reserva de la flora (la de la rambla de las ventanas), situada a escasos 1000 metros de distancia, y donde podemos encontrar numerosas especies prioritarias, como por poner un ejemplo:
-Gypsophila struthium subsp. Struthium.
-Ononis tridentata.
-Teucrium libanitis.
Con una cantera cercana que explota recursos minerales en las inmediaciones, que ya ejerce excesiva presión sobre una zona de tan delicado equilibrio.
Esta zona, está incluida dentro de estudios que se están realizando actualmente por parte de técnicos de la universidad de Alicante, sobre el impacto sufrido a causa del proceso de desertificación que experimentan las zonas protegidas a lo largo del sur de Alicante, a causa del escaso nivel de lluvias en la zona.
También provoco gran preocupación entre el público, el conocer la ubicación exacta que tendrían los vasos contenedores de residuos y el poder comprobar in situ, el cómo discurre a escasos metros el conocido (a nivel local), barranco del ajuero, sabiéndose este afluente, de la conocida y valorada “Rambla Salada” (de gran interés geológico y turístico), además que por todos es conocido, que dicha rambla desemboca a la altura del polígono industrial del “Mos del Bou”, el cual es el límite municipal con las localidades vecinas de Cox y Granja de Rocamora, localidades que fueron anegadas por el caudal desembocado sobre ellas por dicha rambla, en la riada de 1987.
A todo esto y por si fueran pocas barbaridades que ya se conocían, solo falto añadir la explicación del experto geólogo, el cual dio sus explicaciones sobre la alta permeabilidad de los terrenos y a causa de esto, la no aptitud de los mismos para situar un vertedero, por la facilidad con la que se podrían producir filtraciones de lixiviados tóxicos descontrolados a los acuíferos subterráneos que discurren por toda la comarca y a la alta erosión que sufren dichos terrenos compuestos por materiales de consistencia débil. Pero de todas sus explicaciones, la que más estupor produjo, fue la de que la falla sísmica de Guadalentín,  (con una alta actividad) y que atraviesa los terrenos donde se planifica construir dicha monstruosidad, podría provocar que quedara comprometida la estabilidad de los vasos contenedores de residuos, que ante cualquier movimiento sísmico, podrían romperse y verter su letal contenido sobre “La rambla salada”, y por esta, llegar a las poblaciones situadas en su desembocadura (Cox y Granja de Rocamora).
Al punto anterior, también se le tuvo que relacionar, el que las tres conducciones de agua potable que abastecen los hogares de más de un millón de personas, conocidos como “Canales del Taibilla”, quedarían situadas en el interior de las instalaciones del macro-vertedero, pudiéndose producir si se diera el caso de que se produjera una fisura en dichas tuberías, provocada por algún tipo de movimiento sísmico de la falla que lo cruza, una filtración de lixiviados tóxicos descontrolados (caldos tóxicos resultantes de la acumulación de residuos sin tratar) y que podrían provocar, un enorme problema de salud pública.





No preocupó menos, el poder ver desde allí y a escasa distancia, el trascurso del trasvase Tajo-Segura, arteria hídrica de la cual se nutre la agricultura de la zona, que abastece a millones de personas de productos agrícolas de alta calidad, como las brevas de Albatera.


Por último, tuvimos que asistir a un relato por parte de de un profesional médico, de cómo el nivel de enfermedades de varios tipos como alergias, erupciones cutáneas y asma, habían aumentado en las poblaciones limítrofes de un vertedero cercano, pero lo más aterrador y preocupante, fue el conocer, la existencia de unos informes, que recogían, como el CANCER hacía estragos en las poblaciones cercanas, habiendo aumentado su incidencia en la población de edades comprendidas entre 35 y 60 años en un 30%, a todos los asistentes se les pusieron los pelo de punta, cuando comenzó a dar las cifras, esperemos que este no termine siendo nuestro futuro, el de nuestros hijos y el de las generaciones aún por venir.


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